El comienzo de una nueva aventura
Antes de publicar el primer capítulo, les informo que la historia consta de seis partes. Las primeras dos partes son de trece capítulos cada una, la tercera de veinticuatro capítulos, la cuarta de cincuenta capítulos, la quinta de treinta y la sexta y última de veinte capítulos.
Nada más para que hagan cuentas.
Bueno, aquí está el primer capítulo. Si alguien más quiere entrar (lo digo en serio), aún pueden dejarme sus perfiles.
Capítulo uno.- El comienzo de una nueva aventura
-Sabes… sabes que no me podrás derrotar.- respondió el sujeto en cuestión, sosteniendo una de las piernas del otro, para después derribarlo y aprovechar el momento para dar un salto hacia atrás y tomar un respiro.
-Impresionante. Te has quedado sin armadura ni espada que te ayude en la pelea. Es más, ni siquiera puedes recordar a exactitud quien eres. Y aún así, tienes la misma obstinada y necia idea de querer derrotarme. ¿Tan grande es tu necesidad de derrotarme?- preguntó el sujeto, levantándose con suma facilidad, sacudiendo el polvo de sus ropas.
-Yo… tengo que derrotarte… ¡porque hice una promesa!
-¿Recuerdas la promesa a exactitud?- al escuchar la pregunta de su adversario, el rostro del otro sujeto tomó una expresión de sorpresa, para después a una de vergüenza- Lo supuse. Realmente lo supuse. Te diré un secreto. Si no puedes recordar esa promesa, no podrás derrotarme. Es más, te daré un consejo. Intenta recordar desde el principio de tu aventura. Cuándo fue que te embarcaste en todo esto.
-¿Cuándo… comenzó… mi aventura?- cerró los ojos, intentando recordar.
-Te daré ciento cincuenta minutos para recordar.
-¿Qué?- preguntó, como si se encontrara viendo una visión.
-Está ido, déjalo.- agregó Erik, amigo de ambos; su edad oscila entre los diecisiete y dieciocho años.
-Ya ni porque va perdiendo el duelo.
-Bueno, bueno, ya. Terminaré esto de una manera rápida y sencilla.- dijo, activando una carta mágica en el juego- Ésta carta es el Revestimiento de oro, con ella, todos mis monstruos que tengan en su nombre la palabra Soldier aumentarán sus puntos de ataque y defensa en cinco mil. Con un solo ataque de mi Black Luster Soldier, quedas hecho pomada.- dijo, ganando fácilmente el duelo que Jorge y él sostenían.
-¿Cinco mil puntos de ataque y de defensa? No te la jales, eso debe de cobrarte algo para que la carta siga en juego.- reclamó Jorge.
-No se la jaló,- interrumpió Erik- ¡se la arrancó!
-Eh… si, como tú digas Erik. La carta te quita mil puntos de vida por turno.
-Me ganaste con todas las de la ley. Espero poder comprarme, un día de estos, una de ésas cartitas para poder ganarte.
-Ni te emociones, ya que su tiraje se redujo a cuatro. Con lo que sólo hay cuatro en el mundo, y dos de ellas las posee un amigo, que es campeón nacional e internacional del juego. Y adivina quién tiene las otras dos.
-¡Eso es trampa! ¡Yo también quiero una de esas!
-Si ganamos el torneo KOF de éste año, con gusto de regalaré una.
-Hablando del KOF, ¿quiénes participarán ésta vez?- preguntó Erik.
-No tengo idea. Pero estoy seguro de que él volverá a participar. Tenemos deudas pendientes, en especial tú, ¿no Erik?
-Si, ése maldito me las debe.
-¿Por qué hablan así de Ash?- preguntó inocentemente Jorge.
-Porque seguramente ésa persona les traicionó o les hizo algo atroz, ¿me equivoco?- se escuchó la voz de un sujeto encapuchado, quien se encontraba al otro extremo del pasillo.
-¿Quién eres?- preguntó agresivamente Erik.
-Su presencia… es poderosa.- dijo Jorge, algo alarmante.
-Y no creo que sólo tenga una presencia poderosa. ¿Qué es lo que quieres, fuereño?
-Lo que quiero es tu cabeza, Josué. Campeón del torneo The King of Fighters.
-¿Sabes cuántas personas vienen a Josué a diario para pedirle lo mismo?- dijo en un tono algo burlón Erik, en respuesta al reto del misterioso encapuchado- Será mejor que te marches si es que no quieres terminar con una o dos costillas rotas.
-No lo creo. Quienes podrían terminar así serán ustedes, si es que siguen interfiriendo con la tarea que se me impuso.
-Bueno, bueno.- interrumpió Josué- Si tanto deseas pelear contra mí y perder, pelearás contra mí y perderás. Pero eso si, te advierto una cosa… soy algo piadoso con los enemigos que quieren eliminarme y prefiero dejarlos con vida.
-Que bondadoso eres.- corrió hacia Josué rápidamente, dándole un poderoso gancho en el estómago, el cual le sacó el aire y lo dejó tendido en el suelo- Pero yo estoy hablando muy en serio cuando dije que vendría a quitarte tu cabeza.
-Vaya,- dijo Josué, levantándose dificultosamente, mientras limpiaba el pequeño hilo de sangre que escurría de su boca- nunca antes alguien me había golpeado con tanta fuerza para iniciar un combate. Entonces… si quieres mi cabeza, ¡ven por ella!- le dio un fuerte golpe en el rostro al encapuchado, haciéndole derrapar tres metros.
-Josué, no te excedas. Recuerda que las demás personas saldrán heridas si peleas con todo tu potencial.- le recordó Jorge.
-No te preocupes, Jorge.- dijo Erik- Josué está consciente de ello. Aparte, él no es capaz de utilizar todo su poder en una pelea. Le da pavor el solo hecho de pensar en matar a alguien.
-Vamos, Jorge. Estás hablando de nosotros. Quien está peleando es Josué, el hombre que puede hacer hasta lo imposible con sólo desearlo.- trató de animar las cosas- Lo que más me preocupa, y seguramente tú también lo presentiste… es que unas presencias poderosas se encuentran acercándose al lugar. Y seguramente tendremos que pelear contra las personas que poseen ése tremendo poder.
-Si… de hecho, acabo de percatarme de ésas presencias.
-¡Ahora morirás!- gritó el encapuchado, alzando a Josué sobre su cabeza, para después arrojarlo contra un pilar del pasillo.
-Es que no se vería bien para mi imagen. Imagina, que el campeón del famoso torneo mundialmente conocido KOF haya perdido contra un completo desconocido.
-No creo ser un completo desconocido. De hecho, tienes un vínculo especial conmigo.
-Y tú tienes un vínculo especial con nosotros.- se escuchó una voz ecosa, para después poder observarse ocho resplandecientes brillos dorados.
-Simple, hemos venido aquí para matar a aquel que se hace llamar Josué.
-¿Por qué tendré tantos admiradores?- preguntó Josué, en un tono burlón.
-No lo tomes personal.
-En fin… supongo que ustedes son de los doce famosos caballeros de Athena… los caballeros dorados, si no me equivoco.- al término de sus palabras, los rostros de los ocho hombres con armadura quedaron totalmente atónitos- No tienen que responderme, con sólo ver su expresión han contestado mi pregunta. Seguramente se preguntarán por qué sé esto… y es sencillo, mi primer maestro fue uno de ustedes.
-Supimos de eso,- dijo el hombre que representaba el signo zodiacal de Virgo- que uno de nosotros entrenó a un chiquillo con potencial. No suponíamos que fueses tú. De cualquier forma, nosotros estamos en un encargo, y tenemos que realizarlo. Se quien sea.
-Aunque será una lástima exterminar al alumno de uno de nosotros.- agregó el hombre representante del signo de Leo.
-No hay que tomarlo tan mal,- agregó el representante de Escorpio- también nos podremos deshacer del traidor.
-¿Deshacerme de mí?- dijo algo indignado el encapuchado- Ustedes están bien mal. No podrán hacerme un rasguño, ni aunque se esfuercen.
-Cuando éste sujeto dijo que tenía un vínculo con Josué, no creía que éste fuera el tener las mismas frases igual de sangronas.- dijo Jorge, quien escuchó todo.
-Pensaste lo mismo que yo… y eso me asusta.
-A mí también compa, a mí también.
-Entonces,- dijo Josué- parece que tenemos enemigos en común. ¿Qué dices si…?
-Si. Nosotros solos no somos rivales para ellos juntos, pero podremos darles su merecido.
-Genial, no me dejaste terminar lo que tenía que decir. Me molesta mucho que las personas me interrumpan.- tomó una postura de pelea ofensiva.
-Será mejor que no te molestes,- dijo el caballero representante del signo de Aries- ya que de esa manera, nunca podrás darnos aunque sea un golpe.
-Con un golpe me basta.- corrió precipitadamente hacia el caballero de Aries.
-¡Crystal Wall!- gritó, extendiendo ambos brazos en el aire, creando un potente muro de energía transparente enfrente de él.
-¿Por qué dices eso?- preguntó Jorge.
-Hagámosle caso. Si quiere que todos se encuentren resguardados en sus salones, será por algo, ¿no crees?- agregó Erik, mientras volteaba su mirada hacia las personas que se encontraban cerca, quienes se metieron rápidamente a los salones que les quedaran cercanos- Ésta vez, Josué peleará en serio…
-Y no quiere que algún tercero salga herido.- completó Jorge las palabras de su amigo.
-Exacto.
-Bien, peleemos entonces. Muchacho, recuerda que su poder es sorprendente, así que no los vuelvas a tomar tan a la ligera.- dijo el encapuchado, tomando una postura ofensiva.
-Lo recordaré, anciano, lo recordaré.
-Así que Josué al fin peleará con todo su poder.- se dijo para sí mismo Juvenal, un compañero de clases de Josué- Al fin podré conocer a aquel tiene la capacidad de matar a los dragones con sus manos desnudas.
Una gran pelea está a punto de comenzar. Josué tuvo que aliar fuerzas con un completo desconocido, quien al parecer es más poderoso que él. ¿Podrán ambos derrotar a los ocho caballeros dorados que les retaron?
1 Comentarios:
Eres un tramposo, esa carta no se vale :inflado ¬¬
El cap rifa por que yo salgo ;D
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