Tiffany Twisted

Ayer en la mañana fui a repartir revistas nuevamente, pero ésta vez fui con Iraís, Benjamín y Oscar. Así es mejor, lo malo es que les llegaron veinticuatro cajas, y la otra vez fueron como doscientas cajas o más.
En fin, nos tocó con Vicky Icky que es tan mala, el otro día me dio un golpe con una pala ♪.
A Benjamín, Charlie man (un chavo nuevo) y a mí nos dejó muy cerca. A una cuadra de diferencia.
Repartí rápidamente mis revistas, y Benjamín repartió por mi escuela, ya que en la que le tocó no había mucha gente.
Cuando se nos terminaron las revistas de él, fuimos donde Charlie man a pedirle revistas. Icky Vicky le dejó dos cajas.
Volvimos, y los niños rodearon a Benjamín, curioso. A mí me rodeaban las señoras.
Nos quedamos, en dos minutos, sin revistas. Volvimos donde el poderoso Charlie man.
Otra vez, nos dio revistas, pero un bonche pequeño ésa vez. Curiosamente, una niña nos había pedido revistas la primera vez que fuimos (osea, sin haber ido donde Charlie man), una niña nos pidió revista, pero ya no teníamos.
Volvimos y le dimos su revista.
Cuando volvimos la tercera vez, nos dijo :
-Siempre se van y vuelven con más revistas, que caray.
-Pues si.- nos votamos de la risa.
Terminamos muy rápido.
Tan rápido, que le maramos a Iraís para preguntarle por dónde andaba. Nos dijo que por Reforma (el miedo me invadió xD), o algo así escuché.
Esperamos a que Charlie man terminara (o intentara hacerlo), y caminamos al metro más cercano.
Llegamos a Observatorio, se ve del nabo el lugar xD.
Ahí repartimos las revistas que le sobraron a Charlie man, y fuimos hasta Audotorio, para encontrar a Iraís. Saliendo, preguntamos por la escuela, pero no sabían que onda.
Pasó una hora y media de cuando le hablamos a Iraís, y le volvimos a marcar.
No nos contestaba ya que tenía el volumen de su celular muy bajo. Benjamín se preocupó, y bueno, debo reconocerlo, yo también me preocupé. Cuando nos contestó, nos dijo que andaba ya por su casa, así que caminamos desde Audotorio hasta la casa de Iraís, por Reforma.
Platicamos de cosas. Fue una buena plática.
Después de eso... ya ni recuerdo, bueno, si, comimos en la casa de Iraís. Estaba muy cansado, me dolían las pantorrillas. No sé por qué, si no caminamos nada.
En fin, después acompañamos a Iraís y a su mamá al súper mercado.
Recuerden que hacer girar las bolsas no es bueno, sólo te clavas más las mismas en las manos. Aunque debo de reconocer que fue un dolor a cierto grado gratificante, no sé, pero me gusta el dolor.
La mamá de Iraís nos pagó el taxi y llegamos a la casa. Después fuimos por un disco de Iraís.
Me sentí poweroso pagando con cambio.
Cenamos Hot Dogs y nos retiramos.
Me tropecé cada diez minutos en ése día.
Si alguien adivina un aproximado de cuantas veces me caí, le daré un premio fantabuloso.
Ahora, canten Hotel California, para conocer a la Tiffany Twisted, quien está rodeada de muchos chicos lindos, los cuales ella llama amigos.