Señor, ¿palomitas y refresco grande con su orden?

Fue mi primer día de trabajo en el Cinemex.
Me fue de la chingada. Bueno, no, miento. Si les diría que me fue mal, es una mentira, me divertí y en serio. Los invitados están pero si bien... ¿pendejos? Si, ésa es la palabra.
Hacen que me ría de ellos a sus espaldas.
Es casi inevitable reírse de ellos. Es como cuando pasa un chiste ambulante con un enorme letrero para que te rías de él.
Claro, nunca me reí en sus caras.
También hubo pleito, bastante canijo.
La gente se pelea por cualquier pequeñez.
Ah, también un pendejo hizo que me sobraran casi doscientos pesos.
Yo bien fresco entregué mi charola (pensando que me iban a faltar como tres pesos máximo), y no, cuando voy a ver si cuadré... me sobraron más de doscientos pesos.
La gerente mamona (Alejandra) no podrá bajarme de un cabrón ratero en un buen rato. Al menos Rodolfo es buen pedo (además de que trabajó con mi hermano) y se la lleva tranquis.
El domingo nos dan el puto uniforme nuevo. ¡QUE BUENO! Ya tenía frío. Pinche camisa que no le cubre ni a Tarzán sus nalgas.
¿Qué más les puedo decir?
Ah, si... hay varias chavas loquitas en el trabajo... me asustan. Le hacen de lesbianas y son más heterosexuales que un perro :K.
Casi, casi me regaña un invitado por no darle sus nachos, pero lo bueno es que me habló por mi nombre.
Me siento tan importante cuando me hablan por mi nombre, sniff.
¿Y qué más les puedo contar? ¿Quieren que les cuente a detalle a los pend... digo, invitados que me hicieron reír?
Aunque no quisieran lo iba a hacer.
Primero que nada, seré conciso. Entren, los que aún quieran inscribirse, aquí, aún hay chance. Si mi reloj no se equivoca, les quedan más o menos veintiséis horas. ¡Apúrense! Ah, si, porque Benjamín lo quiso, hay unas cuantas reglas. Las diré tal cual y no se cambian, son simples. Para la segunda y tercera historia el mínimo de páginas es de dos, y el máximo de diez. Así que no entreguen ni una cartita de amor o un ensayo de novecientas páginas. ¿OK? Es todo de lo que debo de hablar del concurso, sólo espero se inscriba más gente y les deseo suerte, los jueces son exigentes (y quiero que me ganen *--*).
Dejando de un lado la publicidad barata que le doy a mi blog... en mi blog (que patético), ustedes deben de saber que la atención al invitado en Cinemex es lo más chingón que se les pueda dar.
Ni en Cinépolis, Cinemark o cualquier otro cine pirata (no es que sean piratas, les digo así porque, aparte de que no trabajo ahí, me mentaron la madre un día) les podrían dar. A qué no se la sabían. Bueno, si, se la saben y por eso se agandallan con nosotros, rejijos de su... nada más cuando termine mi turno los busco a uno por uno y... les doy palomitas y refresco.
En fin, ya saben que el servicio es una verga (literalmente... bueno, no). Si el invitado les dice que quiere caca, caca se le da.
Así que... ¿qué fue lo que hice yo? Atender al invitado como quisiera ser atendido y él atendería a sus invitados, se entiende, ¿no?
Chido, dejando eso... pues, mi primer invitada atendida fue una estúpida señora gorda indecisa.
Si, estúpida gorda. Pidió un refresco de dieta y se chingó dos hot dogs... dios mío, el refresco de dieta es para no perder la línea (y eso lo dijo ella).
Les pondré exactamente lo que pasó con ella.
-Buenas tardes, ¿en qué le puedo servir?
-Ay, buenas noches, tardes... ¿qué quieren?- preguntó a sus hijos más gordos que ella.
-¡Palomas!- gritó el cabroncito.
-¡Si, palomas!- dijo la niña.
-¿Grandes están bien?- pregunté antes de darme la vuelta y servir palomas.
-No sé... ¿se las van a comer?
-Yo si.- dijo el niño- Pero ella no.- la señaló y la vio feo.
-Este... no sé... oye, ¿me podrías vender una de esas cubetas que tienen con palomitas?
-Se vende sólo con el combo miércoles. ¿Gusta que le venda el combo?
-Ay... ¿Qué tiene?
-Son dos refrescos de tamaño jumbo -le enseño los vasos para que no joda- y unas palomitas jumbo -vuelvo a señalarlas, porque sabía que me la señora me iba a joder mucho.
-No, dame un refresco mediano y unas palomitas chicas.
-¿De qué sabor su bebida?
-Pepsi light, oye, mejor dame un refresco grande, para mis hijos.
-¿De qué sabor sería ése?
-Manza- comienzo a llenar el vaso con manzana- no, mejor mirinda.- vacío el vaso y lleno con mirinda, total, se parecen los sabores- no, mejor pepsi, ¿pero si me puedes dar un vaso limpio?- tomo un vaso nuevo y le sirvo pepsi- ¿Sabes? Mejor si dáme el combo miércoles.
-¿DE qué sabores serán sus BEBIDAS?- dije sin molestarme y sonriendo apáticamente ya.
-Las mismas, obvio.
-OK... ¿desea un hotdog o nachos para acompañar su orden?
-Si, las dos por favor. Nachos con extra queso.
-¿Tiene tarjeta de invitado especial?- preparo los nachos con extra queso y le doy su jocho.
-No.- hago la transacción y le doy su cambio, pagándome la jija de su madre- Espera, si tengo.- saca su tarjeta de oro.
-Disculpe, ya no puedo abonarle sus puntos. Lo siento, tenía que dármela al principio de su transacción.
-¡Pero si ni me preguntaste, "manto"!
-Le recuerdo que le pregunté antes de que le cobrara.
-Ah, si, perdona.- toma sus cosas y se va, a los quince minutos regresa- ¿Me sirves un Icee?
-¿De qué sabor?
-Rojo.
-No tenemos rojo, sólo de uva con manzana y cereza blanca.
-¿En serio no tienen rojo? He visto personas que salen con su Icee rojo.
-No, noes rojo, es morado.- le muestro los putos Icees- ¿Cuál quiere?
-De uva.- regreso con el Icee de uva- Mejor de cereza, se meantojó más.- parecía que la señora quería acabarme a punta de mamadas, pero no pudo la culera.
-Aquí tiene, que se divierta.
-Gracias, oye, ¿la sala dos dónde queda?
-Del otro lado al que quería ir.

Castrosa, ¿no? Pues a mí me dio risa en el momento y después. Y así, atendí a miles. Como un maricón que me dijo "Pepe" por pepenador, o un homosexual que me dijo que estoy bien guapo (nótese como los diferencio... el otro es mariquetas y el otro... su rollo sexual).
Eso es todo, ya me excedí y tengo que bailar la macarena antes de irme a dormir (y lo hago, no crean que lo que pongo aquí es mamada).
También le pegaré más a la pared, me relaja.
Sé que será malo para la pared, pero la limpio, no se preocupen por ello.
Ah, si, puede que no me den el segundo contrato por esa mamada de que cobraban en mi pad y me sobraron como doscientos pesos (o más). Pero mi hermano dice que no hay prisa.
Le tendré fe ciega.
Y se me olvidaba, hay una chica bonita que se llama Laura. Lástima que tiene novio >=(.