2,758 días después

La última entrada que hice en este blog fue el 14 de agosto de 2016, y le pregunté a Google "¿cuántos días han pasado desde el 14 de agosto de 2016?". La respuesta, obviamente, fue el número que lleva el título de esta entrada del blog. Exactos 2,758 días.

¿Cuándo fue que abrí mi primer blog, en 2007, 2008? Ya no tengo tan buena memoria, sólo sé que este blog está abierto desde el 2008, es decir, 16 años.

Me dio por escribir algo aquí, porque, desde el 2016 a la fecha, han ocurrido demasiadas cosas. Supongo que las más importantes son:

1.- Conseguí trabajo en un call center.

2.- Me mudé a Aguascalientes para trabajar en el gobierno del estado, en 2017.

3.- Fui despedido del trabajo de Aguascalientes y encontré un trabajo en Guadalajara, en 2023.

En ese intervalo, y, si alguien lee las entradas de este blog (con cringe incluído), se darán cuenta que siempre he tenido el mismo problema: tengo corazón de pollo y soy un intenso xD

Sinceramente, estoy escribiendo porque empecé a revisar mis recuerdos de Facebook y vi las notas en las que nos etiquetábamos en el Facebook primigenio. Una de las personas que me seguía la corriente en ello, se llamaba Paulina Pedraza Soto, y, sinceramente, siempre le tuve un cariño especial, a pesar de nunca conocernos en persona.

Cuando me mudé a Aguascalientes, en 2017, pensé en enviarle un mensaje, sin embargo, entre orgullo, desidia y pensar "ni me ha de recordar", pues no lo hice, sin embargo, ya viviendo en Guadalajara, pensé "¿Qué diablos?, ya pasaron unos 14 años desde que hablamos por última vez", y entré a su perfil, con la intención de mandarle un mensaje.

Mi sorpresa fue enorme al ver que ella ya no se encuentra en este mundo, y, aparentemente, ocurrió una tragedia. A mi mente me llegaron un sinfín de "¿por qués?" y muchas preguntas que ya no tendrán respuesta.

Principalmente a mi mente vino... ¿cómo fue que nos conocimos? ¿A través de flickr, last.fm, los blogs, el mismo Facebook? 

Es impresionante cómo alguien puede marcar tu vida en un momento determinado, y, de un momento a otro, ya no estar.

Hay algo que quisiera decirle a muchas personas antes de que tengan que partir, sin embargo, ¿tendré el valor para hacerlo? Enterarme de ese suceso sólo me han hecho pensar en lo fragiles que somos, y lo orgullosos y miedosos que podemos ser...

Hoy día, sólo hay dos personas a las que me gustaría decirles algo, pero, por una mezcla de emociones, he preferido no hacerlo.

¿El Josué del 2008 que no iba a terapia y golpeaba la pared qué habría hecho en este caso?

En fin, entre mis recuerdos de Facebook, también apareció esta foto:

Sería muy hipócrita de mi parte decir "te extraño, Pau", pero, también, es cierto, que enterarme de esa noticia así fue triste para mí.