The last thing I want to do is read your stupid poetry
¿Por qué no sólo me dices lo que realmente sientes?
No sé cómo llegué a este punto. Pensé que nunca volvería a caer, pero heme aquí, en el hoyo de nuevo. Fue difícil salir de él, y ahora me ayudas a caer de nuevo. Por un leve momento creí que tú serías la que me ayudaría a salir completamente de él, pero, al tomar tu mano, sólo me ayudaste a avanzar un poco, para después arrojarme hacia lo más hondo del precipicio.
Las rocas son filosas y se clavan dentro. Ya estaba acostumbrado a este dolor, era parte de mí, y lo sentía algo necesario y obligatorio. Me hiciste pensar que no todo es así, y me hiciste ver la luz del sol, sentir la calidez, y la ternura surgió de nuevo en mí. No sé por qué me dejé llevar, y olvidé mi dotación diaria de dolor, tan así que ahora duele más.
Pero me lo merezco, fui yo quien se dejó llevar, de alguna manera, yo siempre he sabido que de aquel agujero no podré salir, porque, de alguna extraña manera, una parte de mí así lo desea. Supongo que así me evito volver a ser lastimado por alguien más, pero igual me lastimo solo, estando ahí abajo.
Ahora me tiras una cuerda, y me dices que no lo volverás a hacer. No sé qué creer, y no sé qué hacer. Una parte de mí me dice que me quede en la seguridad del fondo, no hay nada que yo desconozca que me pueda lastimar. Pero la otra parte quiere salir. Por ahora, ninguna de las dos es más fuerte, ambas pegan con la misma intensidad... ¿Podrías esperar dos días?
No sé cómo llegué a este punto. Pensé que nunca volvería a caer, pero heme aquí, en el hoyo de nuevo. Fue difícil salir de él, y ahora me ayudas a caer de nuevo. Por un leve momento creí que tú serías la que me ayudaría a salir completamente de él, pero, al tomar tu mano, sólo me ayudaste a avanzar un poco, para después arrojarme hacia lo más hondo del precipicio.
Las rocas son filosas y se clavan dentro. Ya estaba acostumbrado a este dolor, era parte de mí, y lo sentía algo necesario y obligatorio. Me hiciste pensar que no todo es así, y me hiciste ver la luz del sol, sentir la calidez, y la ternura surgió de nuevo en mí. No sé por qué me dejé llevar, y olvidé mi dotación diaria de dolor, tan así que ahora duele más.
Pero me lo merezco, fui yo quien se dejó llevar, de alguna manera, yo siempre he sabido que de aquel agujero no podré salir, porque, de alguna extraña manera, una parte de mí así lo desea. Supongo que así me evito volver a ser lastimado por alguien más, pero igual me lastimo solo, estando ahí abajo.
Ahora me tiras una cuerda, y me dices que no lo volverás a hacer. No sé qué creer, y no sé qué hacer. Una parte de mí me dice que me quede en la seguridad del fondo, no hay nada que yo desconozca que me pueda lastimar. Pero la otra parte quiere salir. Por ahora, ninguna de las dos es más fuerte, ambas pegan con la misma intensidad... ¿Podrías esperar dos días?
Etiquetas: Sentimientos (escasos)
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